miércoles, 29 de agosto de 2007

Lo cabal.


Desde la piedra surge la tierra aventurera para crear la oscilación de lo único.

Es como si el viento soplara colores para mezclarlos en un sin fin de encuentros y desencuentros.

Se acerca más a lo animal y consagra lo divino del espíritu del universo.

La humanidad amamanta a la historia mientras el sol espera su destino.

Surge un rayo de luz.

Con una caida nace la criatura y el llanto aterroriza desde un eco que rebota sin sentimiento.

Ese llanto que marca el inicio.

Se abre la puerta que lleva a lo explosivo y se elevan las cosas de forma serena y majestuosa.

Un horizonte de guerra para llegar a lo esencial.

La humanidad amamanta a la historia para ver crecer sus aventuras de ayer y hoy y tal vez mañana.

Y será la respuesta de los sabores multiples que inusitados llegarán al apogeo.

El espantajo recóndito se perdona y genera la químera del origen.

La supeditacón del Hombre en la energía.

Levitar en la percepción y algún día empaparse de ella.

1 comentario:

Alejandro Wasiliew dijo...

Es la humanidad la que se amamante de la historia. Como eh dicho en "alzheimer", resulta imposible vivir el ...Ahora... sin desligarce del sabor del pasado (por amargo que este eterno ejercicio pueda saver).
Para levitar: eliminar el tiempo.